"El circo encantado". De La Linterna Mágica de Praga. Madrid. Teatro Coliseum.
La Linterna Mágica de Praga es una insólita y conocidísima compañía teatral fundada en 1958 por el gran escenógrafo Josef Svóboda, para representar a su país en La Feria Mundial de Bruselas. Desde entonces la singularidad de su trabajo ha dado varias veces la vuelta al mundo. Sin ir más lejos este "El circo encantado", que presentan ahora en Madrid, pudo verse en la villa en el año 1991.
El efectismo de la técnica de proyecciones cinematográficas que se realiza sobre el escenario, (donde una lona blanca-ciclorama hace de pantalla,) permite crear imágenes insólitas, combinadas con los actores reales en escena. Payasos corriendo delante de olas gigantes; viajes en globo o en motocicleta por paisajes bucólicos; hermosas Venus desnudas que vienen a nacer en grandes lagos de alta montaña, donde habitan prestidigitadores; rayadas carpas de circo entre las llamas; un público cornudo y onírico, sentado en las gradas... El ritmo vertiginoso de las imágenes, a veces, termina anulando la presencia de los actores, y eso no es del todo bueno, porque si el patio de butacas se queda boquiabierto ante tanto estímulo visual, la sala está fría como no debe suceder nunca en un teatro.
De todos modos, el trabajo de La linterna Mágica reúne mucha atmósfera mágica de Centroeuropa. Casi todos los episodios de este viaje de dos payasos que se nos cuenta en "El circo encantado", son como cuentos con frío, conmovedores y poéticos, a la par que decadentes, como el mundo del circo al que tanto deben estos ilustres cómicos. La segunda parte, con actores convertidos en muñecos, es la más vibrante de todo este hermoso cuento-teatro.
La Linterna Mágica de Praga es una insólita y conocidísima compañía teatral fundada en 1958 por el gran escenógrafo Josef Svóboda, para representar a su país en La Feria Mundial de Bruselas. Desde entonces la singularidad de su trabajo ha dado varias veces la vuelta al mundo. Sin ir más lejos este "El circo encantado", que presentan ahora en Madrid, pudo verse en la villa en el año 1991.
El efectismo de la técnica de proyecciones cinematográficas que se realiza sobre el escenario, (donde una lona blanca-ciclorama hace de pantalla,) permite crear imágenes insólitas, combinadas con los actores reales en escena. Payasos corriendo delante de olas gigantes; viajes en globo o en motocicleta por paisajes bucólicos; hermosas Venus desnudas que vienen a nacer en grandes lagos de alta montaña, donde habitan prestidigitadores; rayadas carpas de circo entre las llamas; un público cornudo y onírico, sentado en las gradas... El ritmo vertiginoso de las imágenes, a veces, termina anulando la presencia de los actores, y eso no es del todo bueno, porque si el patio de butacas se queda boquiabierto ante tanto estímulo visual, la sala está fría como no debe suceder nunca en un teatro.
De todos modos, el trabajo de La linterna Mágica reúne mucha atmósfera mágica de Centroeuropa. Casi todos los episodios de este viaje de dos payasos que se nos cuenta en "El circo encantado", son como cuentos con frío, conmovedores y poéticos, a la par que decadentes, como el mundo del circo al que tanto deben estos ilustres cómicos. La segunda parte, con actores convertidos en muñecos, es la más vibrante de todo este hermoso cuento-teatro.
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