miércoles, 30 de junio de 2010

NO QUEDA NADA QUE CONTAR


“Beckett,... ¿Quién”. 4 obras cortas de Samuel Beckett: "Sin Permiso" de y dirección: Ernesto Caballero. Actriz: Maruchi León. "Astracanadas radiofónicas", dirección: Vicente León. Actores: Quique Silva, Esperanza Pedreño... "Nana", dir. Ricardo Iniesta. Actriz: Sario Téllez. "Impromptu de Ohio", dir. J. Sanchis Sinisterra. Actores: Mario Vedoya y J.L. Patiño. Madrid. La Alternativa. Teatro Pradillo. Madrid. Fecha estreno: 17-2-1999.

Siendo coherentes con los postulados de Samuel Beckett, esta crítica debería estar compuesta por la repetición constante de su título hasta que se agotara el espacio. Sería un gesto completamente beckettiano, expresión del nihilismo y la desesperanza que late en la obra narrativa, poética y dramática del premio nobel ¿irlandés?, o ¿francés? Samuel Beckett. Desde que lo obtuvo en 1969, ambos países pugnan por la propiedad nacional del galardón.
Pero, sin embargo en esta crítica tenemos cosas que contar, cuando se hace teatro (por muy nihilista o del absurdo que éste sea) siempre hay esperanza. Todo escritor para poder realizar su obra, siendo además un importante hombre de teatro, debe tener una enorme capacidad de entusiasmo; lo nihilista y lo más cómodo sería no hacerla. Ahí comienza una de las grandes paradojas de la obra de Beckett, que por tratar temas como la incomunicación y la desesperanza, acaba deviniendo en la radiografía más eficaz de lo esperanzador. En pocos lugares ha debido comprenderse mejor su obra "Esperando a Godot" que cuando se representaba en Sarajevo durante la truculenta y reciente guerra de los Balcanes. Los ciudadanos acudían al teatro con hambre de esperanza.
En España no se representa demasiado las obras de Samuel Beckett, como la de otros tantos grandes dramaturgos, tal vez porque no se hace todo el teatro que sería necesario. La Alternativa acierta al convocar estas jornadas Beckett, combinando charlas y debates tras las representaciones, lo que ayuda a crear un cívico ambiente de velada teatral ilustrada. Este primer grupo de obras cortas de Beckett estuvo servido por un buen elenco de actrices y actores, entre los que destaca Maruchi León, que en "Sin Permiso" experimenta con las barreras de comunicación/incomunicación con el público, dentro del sutil ámbito escénico concebido por Ernesto Caballero para la pieza.
José Sanchis Sinisterra, (fundador y director de la sala Beckett de Barcelona durante años, además de dramaturgo) conoce bien la sobriedad del mecanismo experimental del mundo beckettiano. Sus actores terminan difuminándose para convertirse en lo que dictan las palabras: como estatuas de piedra junto a la ventana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario